Lesiones frecuentes en la danza
Lesiones frecuentes en la danza y lesiones más comunes en bailarines
Hoy dedicamos este artículo a estudiantes y profesionales de la danza, y en especial del ballet clásico, colectivo al que habitualmente trata nuestro equipo médico ya que somos especialistas en traumatología y lesiones relacionadas con el ballet.
Por este motivo, vamos a compartir con vosotros algunas cuestiones que suelen llegar a nuestra consulta Así como alguna aclaración y algún consejo.
Si te lesionas frecuentemente, o alguna de tus lesiones no termina de mejorar, sin duda hay algo más que está fallando en tu rutina diaria, ya sea en el trabajo de clase o en el calentamiento.
Cómo realizar el Calentamiento:
Es importante no calentar solamente haciendo estiramientos (aunque por supuesto, hay que estirar), sino estimulando que la sangre llegue a las estructuras que van a participar en el movimiento.
Dejemos el estiramiento al límite para fases avanzadas de la clase, después de la clase y sobre todo, en otros momentos del día, como por ejemplo, por la noche después de una ducha caliente.
El calentamiento debe ir encaminado a que las cápsulas articulares de las articulaciones más comprometidas reciban sangre, se calienten y comiencen a lubricarlas correctamente segregando líquido sinovial.
Por ejemplo, la articulación glenohumeral (hombro), la cadera, la rodílla, las articulaciones del pie (muy en especial las pequeñas articulaciones), las articulaciones intervertebrales etc etc,
Debemos poner especial atención en esto,
ya que si trabajamos esas articulaciones en frío es muy posible que podamos desarrollar alguna lesión relacionada con el ballet que a la larga tengamos que tratar.
A continuación, debemos conseguir aumentar la frecuencia cardiaca y que la sangre vaya haciéndose predominante en las estructuras musculares estriadas y articulaciones (aumentar el flujo de sangre que perfunde el músculo).
De esta forma, conseguimos que se calienten y lubriquen las bolsas serosas que lubrican o amortiguan los roces musculares o de las fascias y las prominencias óseas (importante la bolsa pertrocantérea, pre y retroaquílea, retináculos peroneos,…).
Para todo esto es fundamental mover y repasar gradual y minuciosamente todo el rango articular de estas articulaciones y sólo alcanzar los máximos progresivamente durante la clase.
En definitiva, se trata de poner el corazón a bombear a una frecuencia razonable para comenzar el ejercicio (es habitual que los bailarines comiencen el primer ejercicio de la barra con el corazón a la misma frecuencia que en reposo).
Esto es muy importante porque de esto depende que la sangre llegue en abundancia a todos esos tejidos de los que hablábamos anteriormente.
Además hará que los mecanismos de uso y disponibilidad de la energía que tiene el cuerpo estén ya en marcha y no comiencen bruscamente (el músculo debe poner en marcha sus distintos mecanismos energéticos y el hígado comenzará a hacer que la glucosa esté disponible en sangre, entre otros mecanismos).
Lesiones frecuentes en la danza
Las lesiones repetidas nos deben hacer pensar en que algo no se está haciendo bien durante el trabajo de clase; no lo achaquemos sólamente a la falta de calentamiento como ocurre frecuentemente.
Muchas veces, las clases exigentes y rápidas nos hacen progresar pero en ocasiones a costa de viciar la técnica, sobre todo y muy en especial, en relación a los apoyos dinámicos que hace el pie, o la forma de lograr una determinada línea estética sin una reflexión biomecánica previa.
(un ejemplo clásico de esto es conseguir una falsa línea “en dehors” sin verificar que la articulación coxofemoral esté con la rotación externa máxima, 60º o 70º por lo general,
O tratar de conseguir 90º cuando anatómicamente el límite sea menor)
A este respecto, no hay que perder de vista las circunstancias anatómicas y biomecánicas individuales.
Con esto queremos decir que tenemos que trabajar siempre con el hecho de que las condiciones del bailarín no siempre son las ideales para el trabajo de danza clásica,
y detrás de este hecho están las causas de muchas lesiones frecuentes en la danza.
Y todos estos aspectos precisan siempre un estudio minucioso.
Visto lo visto, aconsejamos, y más en bailarines y bailarinas muy jóvenes y en periodo de formación, que desde ya antepongan el trabajo estricto y correcto al progreso indiscriminado con excesiva variedad de pasos o intentando seguir clases o ejercicios demasiado rápidos.
El trabajo correcto y meticuloso desde jóvenes, no solo previene las lesiones frecuentes en la danza, Sino que además forma bailarines correctos, elegantes…
En definitiva, buenos bailarines.
Impingement posterior de tobillo en el Bailarín; nuestro caballo de batalla
El impingement posterior es uno de los problema comunes en bailarines. Los problemas de espacio para el tendón del Flexor Largo del primer dedo del pie a su paso por el maleolo de la tibia pueden aparecer hasta en un 20 a un 30 % de los bailarines de alto nivel durante su formación en la adolescencia.
Es un trastorno caracterizado por dolor en la zona posterior del tobillo durante la flexión plantar común entre bailarinas, Gimnastas y en deportes como el fútbol, o el kárate, aunque también es posible observarlo en mujeres que suelan caminar con tacones altos.
El Impingement posterior de tobillo deber ser tratado en su aparición para evitar complicaciones futuras que puedan truncar la carrera del bailarín.
Como causa de varios factores concurrentes: La sobresolicitación del tendón en posición de máxima flexión plantar de tobillo y máxima dorsal metatarsofalángica y la particularidad anatómica del paciente, como puede ser el hecho de presentar un proceso posterolateral del astrágalo muy prominente o un hueso accesorio que se denomina Os trigonum.
Esta es la imagen de Resonancia Magnética, compatible con este síndrome.
Es uno de los problemas que más frecuentemente se diagnostican tardíamente, por lo que frecuentemente encontramos un gran deterioro del tendón.
La sintomatología más frecuente es dolor interno por detrás del tobillo, creciente, durante el trabajo en media punta o en punta, dependiendo de diversos factores.
Hay muchos casos en los que el tratamiento conservador es una opción.
Pero en numerosos casos, es necesaria una intervención quirúrgica en la que nuestro equipo es especialista. Es fundamental el diagnóstico adecuado y en tiempo, ya que prolongar el problema puede dañar severamente el tendón.
Una recuperación optima es algo vital para cualquier bailarín profesional ya que debe estar listo cuanto antes para retomar sus ejercicios habituales.
Por este motivo el Impingement posterior de tobillo debe ser tratado cuanto antes mejor para evitar complicaciones. Así como que a futuro pueda provocar un parón en la actividad del bailarín.
Nuevos avances en el manejo del impingement posterior del bailarín.
Por suerte a medida que pasa el tiempo, vamos manejando más y más casos de impingement posterior de tobillo. Tanto casos que precisan de cirugía, como casos que se resuelven de forma conservadora.
Nuestros últimos casos, además, van alcanzando tiempos de recuperación cada vez más cortos.
Esto supone, no sólamente que la parada en la progresión profesional es más corta.
Sino que además hace que la desconexión con las destrezas motoras ,la precisión y por lo tanto, el riesgo de nuevas lesiones sea sensiblemente menor.
Además, la rapidez en la recuperación favorece probablemente que disminuyan las posibilidades de complicaciones cicatriciales o fibrosis a medio plazo.
Gracias a la cantidad de casos manejados, vamos siendo capaces de distinguir más claramente las distintas causas que lo producen.
Esto también nos permite ser más precisos y eficaces en varios aspectos:
- En función de la causa del impingement, es más fácil predecir si su resolución tiene posibilidades con tratamiento conservador y sin cirugía.
- También en función de la causa, somos más precisos durante la cirugía, y capaces de solucionar los problemas haciendo la menor agresión posible.
- El conocimiento en profundidad del motivo del impingement permite enfocar u orientar más correctamente el trabajo durante la clase de ballet, y orientar de esta forma mejor la carrera del bailarín.
Por último, también sobre la evolución de las pacientes post-cirugía vamos conociendo mucho más.
Hasta el momento, vamos objetivando que hasta un 90 % de los casos no suelen precisar ningún tratamiento más allá del protocolo de fisioterapia habitual y un tiempo de aclimatación a la actividad.
En el 10% restante, sabemos que las complicaciones de tipo cicatricial tienen una buena respuesta con fisioterapia intensiva o EPI.
Sólamente en 1 de los casos operados (de una serie de más de 40 casos de bailarines), precisó una nueva cirugía para solucionar algún problema asociado al cuadro.
En definitiva, vamos progresando en el conocimiento de este problema tan específico de los bailarines en general y de los bailarines clásicos en particular.
Sin olvidar el resto de deportistas que pueden sufrirlo.
Mejorando en cada operación para que el resultado sea perfecto.
Los problemas del tendón de Aquiles son habituales en la práctica profesional del Ballet Clásico por su alta demanda y lo repetitivo de su uso.
Pequeños cambios en la mecánica del pie hacen aparecer procesos de tendinitis en la zona clave del tendón, aproximadamente a dos o tres dedos de su inserción:
Problemas del Bailarín II: tendón de Aquiles
Pero en ocasiones, el problema se produce en la inserción del tendón, encontrándonos ante los diagnósticos de «entesitis», «bursitis preaquílea» o «bursitis retroaquílea».
Es importante identificar correctamente cuál es la causa de la aparición de estos cuadros.
A veces se trata simplemente de la presión de la zapatilla de media punta sobre la bursa retroaquílea, por anudarla demasiado apretada:
En muchos pacientes, la causa del problema está en el conflicto que se establece entre el calcáneo y el tendón de aquiles durante la posición de plié.
Entre estas dos estructuras está la bursa preaquílea, que a veces no soporta la presión alta y repetitiva y se inflama o se hace muy dolorosa.
Máxime, cuando la parte posterior del calcáneo es demasiado voluminosa, lo que denominamos Enfermedad de Haglund, o Deformidad de Haglund.
Frecuentemente, el tratamiento conservador y la adaptación de los movimientos o los gestos técnicos es suficiente.
Pero en ocasiones no hay más remedio que recurrir a una intervención quirúrgica delicada, llamada calcaneoplastia de deformidad de Haglund.
En la siguiente imagen se pueden ver los distintos pasos quirúrgicos que seguimos para solucionar este problema:
Los resultados son óptimos con un retorno a la actividad sin complicaciones y en poco tiempo.
Un preciso protocolo de rehabilitación pre y postquirúrgico que hacemos en nuestro equipo multidisciplinar, hacen que el resultado sea aún más rápido y satisfactorio.
Cualquier cuestión acerca de este o cualquier asunto relacionado con su patología traumatológica u ortopédica, no dude en consultarnos.
Puede hacerlo a través de nuestro Formulario de contacto.
Le informaremos sin compromiso de cuál es la mejor solución para su dolencia.
Estamos aquí para ayudarle.
Si desea enterarse antes de nadie de nuestra últimas noticias y fechas de consulta síganos en:
Problemas del bailarín: tendinitis del flexor del dedo gordo
Los problemas de espacio para el tendón del Flexor Largo del primer dedo del pie a su paso por el maleolo de la tibia pueden aparecer hasta en un 20 a un 30 % de los bailarines de alto nivel durante su formacion en la adolescencia.
Este es un caso de tendinitis severa del Flexor Hallucis Longus (flexor del dedo gordo), como causa de varios factores concurrentes: La sobresolicitación del tendón en posición de máxima flexión plantar de tobillo y máxima dorsal metatarsofalángica y la particularidad anatómica del paciente.
Es uno de los problemas que más frecuentemente se diagnostican tardíamente, y frecuentemente encontramos un gran deterioro del tendón.
La sintomatología más frecuente es dolor interno por detrás del tobillo, creciente, durante el trabajo en media punta o en punta, dependiendo de diversos factores.
La práctica del ballet como toda actividad y más si se realiza a nivel profesional puede dar lugar a lesiones y lo que conocemos como la patología del bailarín.
Es frecuente encontrar bailarines en rehabilitación por alguna lesión.
La prevención de estas lesiones tiene estar presente en la planificación del entrenamiento de cualquier profesional.
En el año 2012 Casal Dots ya presentamos un protocolo Pre y Postquirúrgico del equipo de Centro Médico El Viso para el impingement posterior de tobillo en Bailarines.
En este encuentro científico de profesionales de la fisioterapia en el que participo como ponente Polina Smirnova Fisioterapeuta en «Centro Médico El Viso».
Así como mi mano derecha en los tratamientos avanzados de fisioterapia en bailarines que llevamos a cabo en el Centro.
Polina presentó ante la comunidad científica el protocolo pre y postquirúrgico que desarrollamos para los pacientes que tienen que ser intervenidos por impingement posterior en el tobillo.
Para el tratamiento de la patología del Bailarín el protocolo incluye un trabajo exahustivo de fisioterapia de fortalecimiento y balance muscular previo a la cirugía.
Para de esta manera minimizar la inevitable atrofia postquirúrgica.
Por otra parte, en función de mis indicaciones acerca de cómo y qué se ha hecho durante la cirugía, el tratamiento postoperatorio se optimiza de forma que los tiempos de recuperación después de la cirugía llegan a ser realmente cortos.
Se van estudiando exactamente las actividades que se pueden ir realizando de forma que no se pierda nunca tiempo, siempre respetando los tiempos de recuperación para los tejidos.
De esta forma, conseguimos un promedio de 3-4 semanas para conseguir reincorporar al paciente a la clase de ballet.
Durante el segundo mes, algunos alcanzan ya el nivel de forma previo.
En conclusión:
En nuestro equipo el acto quirúrgico es importante, y nuestro nivel técnico como cirujanos es máximo.
Pero el tratamiento paralelo de fisioterapia, las correcciones técnicas y los cuidados pre y postoperatorios marcan la diferencia.
Tanto para el tratamiento de la patología del Bailarín como en cualquier otro cuadro derivado del ballet.
Ya que no hay mejor tratamiento que prevenir las lesiones con hábitos correctos.