Todo lo que necesita saber sobre la Tendinopatía rotuliana
La tendinopatía rotuliana o “rodilla de saltador” se caracteriza por dolor agudo en cualquier lugar del tendón rotuliano.
Desde su inserción en la rótula (“tendinitis de polo inferior”), hasta la denominada entesitis de tuberosidad anterior tibial (TTA).
El tendón rotuliano es una estructura fibrilar que une la tibia y la rótula y que permite a través de él transmitir la fuerza del cuádriceps a la tibia formando así el aparato extensor de la rodilla.
La musculatura implicada en esta lesión es el cuádriceps crural, que está compuesto por el vasto medial, vasto lateral, recto anterior y crural (músculo que ocupa toda la cara anterior del muslo).
La unión de los 4 vientres musculares forma el tendón cuadricipital y se inserta en el polo superior de la rótula; la envuelve y se continúa con el tendón rotuliano hasta la tuberosidad tibial.
El acortamiento de este grupo muscular es uno de los factores más importantes en la fisiopatología de esta lesión.
En general, los deportes en los que la incidencia de la tendinopatía rotuliana es mayor son los que exigen explosividad a este aparato extensor exigiendo que los jugadores realicen numerosos cambios de dirección, saltos y repetición de movimientos.
El baloncesto es uno de ellos.
Síntomas:
- Dolor en el polo inferior de la rótula tanto en la actividad deportiva como en reposo
- Dolor la palpación del tendón
- Dolor al realizar saltos, correr, subir escaleras o caminar (dependiendo de la fase en la que se encuentre la lesión)
- Dolor al realizar una flexión de rodilla así como una sentadilla.
- Inestabilidad de rodilla
Fases de la lesión:
- El dolor solo aparece después de realizar la actividad deportiva.
- El dolor aparece al comenzar la actividad deportiva, desaparece con el calentamiento y aparece de nuevo al terminar la actividad deportiva.
- El dolor está presente en las actividades de la vida cotidiana sin realizar ningún esfuerzo físico.
- Dolor por rotura o desgarro del tendón rotuliano.
Causas:
- Excesiva carga física
- Acortamiento del cuádriceps
- Movimientos explosivos
- No realizar estiramientos de la musculatura después del ejercicio
- Realizar ejercicio en terrenos duros
- Desequilibrios musculares
- Calzado inadecuado
- Sobrepeso
Tratamiento:
En cuanto al tratamiento debemos diferenciar en que fase de la lesión nos encontramos.
Primera fase:
- Continuar con la actividad deportiva pero a un ritmo más bajo
- Hielo en el tendón rotuliano después del ejercicio
- Estiramientos
Segunda fase:
- Reposo de la actividad deportiva de al menos una semana
- Descarga de la musculatura (cuádriceps)
- Masaje transverso profundo en el tendón rotuliano
- Ejercicios excéntricos de cuádriceps para la potenciación del tendón
- Uso de una banda infrarotuliana
- Hielo en el tendón rotuliano
- Estiramientos
Tercera fase:
- Reposo completo de la actividad deportiva
- Mismo procedimiento que en la fase 2
- Si el dolor no disminuye realizar una prueba diagnóstica (resonancia o ecografía)
Cuarta fase:
- Cirugía
En esta fase deberemos ponernos en manos de un cirujano especialista en traumatologia deportiva que sepa encontrar la mejor técnica con la que acometer la lesión,
Ya que de eso depende la mayor o menor repercusión para la calidad de vida del paciente al tratar la lesión.
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